Todos conocemos al flashback y al flashforward. Son como esos primos que siempre aparecen en las reuniones familiares: uno te cuenta anécdotas del pasado y el otro te tira predicciones sobre el futuro. Son comunes, útiles y, si vamos al caso, a veces un poco previsibles. Pero en la familia de las herramientas para romper la línea de tiempo, hay un primo raro, uno que casi nunca se deja ver, pero que cuando aparece, deja a todo el mundo pensando: el flash sideways.
En nuestras clases de Club Pluma, estuvimos desmenuzando estas técnicas y nos detuvimos especialmente en esta joyita, porque es tan poco frecuente como poderosa.
¿Qué es exactamente un flash sideways?
Imaginate que tu protagonista llega a una encrucijada. Tiene que tomar una decisión que va a cambiarlo todo. En lugar de seguir un solo camino, el flash sideways te permite abrir una ventana a esa otra realidad, a ese camino que no se tomó. Es la máxima expresión del famoso "¿qué hubiera pasado si...?".
No es un simple recuerdo (flashback) ni una visión del futuro (flashforward). Es un salto a una línea de tiempo paralela, una que coexiste con la principal pero que se desarrolla de una forma completamente distinta a partir de una decisión clave.
Un ejemplo clarísimo y súper popular es la película Sliding Doors (o Puertas corredizas). La protagonista, ¿llega a subirse al subte o se le cierran las puertas en la cara? A partir de ese instante, la película nos muestra las dos realidades en paralelo. No es un futuro ni un pasado, son dos presentes alternativos que nacen de un solo evento.
¿Querés un ejemplo más volado? Pensá en Mr. Nobody, una película fascinante donde un nene es forzado a tomar una decisión imposible (elegir entre su mamá o su papá) y, a partir de ahí, su vida se ramifica en un montón de futuros posibles y, a la vez, imposibles.
El desafío: ¿Por qué usar una herramienta tan rara?
Acá viene lo interesante. La tentación de usar un flash sideways solo para sorprender es grande, pero la sorpresa dura lo que un suspiro. Una vez que el lector o espectador entiende que está en una realidad paralela, inmediatamente se pregunta: "Ok, ¿y por qué estoy viendo esto? ¿Cuál es el punto?".
Si la única respuesta es "porque es cool", estamos desperdiciando una oportunidad de oro.
Un flash sideways bien usado no es un truco, es un recurso con una función dramática muy clara. Sirve para:
- Explorar temas profundos: Te permite jugar con ideas como el destino, la identidad, el azar y el peso de nuestras decisiones. ¿El personaje comete los mismos errores en todas las realidades posibles? Eso nos dice muchísimo sobre quién es, más allá de la mala suerte.
- Potenciar el conflicto emocional: Un gran ejemplo es la famosa escena de "Expectativa vs. Realidad" de 500 Days of Summer. Vemos al mismo tiempo lo que el protagonista esperaba que pasara en la fiesta y lo que realmente sucede. El choque de esas dos "realidades" es mucho más potente que si nos las hubieran contado por separado.
- Crear metáforas visuales o narrativas: ¿Tu personaje odia a su jefe? Podés mostrar un flash sideways de un segundo donde le revolea una silla por la cabeza, para después volver a la realidad donde simplemente asiente con la cabeza. Ese pequeño vistazo a su "realidad deseada" carga de tensión y significado la escena real.
El secreto es la justificación
Como con cualquier herramienta narrativa potente, el secreto no está en el "qué" sino en el "para qué". Un flash sideways tiene que estar justificado. Tiene que aportar algo que la narrativa lineal no podría. Tiene que enriquecer la historia, no simplemente confundir o decorar.
Al final, no queremos que quien nos lee o nos ve se quede con la sensación de: "¿Y todo este lío para qué?". Cada salto, cada universo paralelo, tiene que conducir a un entendimiento más profundo del personaje o de la trama principal.
Es una herramienta de alto riesgo, pero de altísima recompensa. Requiere planificación y una intención muy clara, pero cuando funciona, puede elevar tu historia a un nivel completamente nuevo, uno donde las posibilidades son tan infinitas como los mundos que te animes a crear.
¿Te quedaste con ganas de más?
Explorar herramientas como el flash sideways es solo una parte de lo que hacemos en Club Pluma. Si sos de los que no se conforman con contar historias de la forma tradicional y te apasiona experimentar, este es tu lugar. Club Pluma es más que un taller de escritura; es un laboratorio de ideas, una comunidad para crear, recibir feedback y llevar tus historias a otro nivel.
¡Sumate hoy mismo! 😉