Vivimos en una época vertiginosa, donde la tecnología avanza a una velocidad que marea. Lo que hoy es una herramienta de vanguardia, la semana que viene puede ser reemplazada por otra mejor, más rápida o, como nos gusta a todos, más gratuita. Pero no se asusten, porque el camino que vamos a explorar hoy es uno que solo va a mejorar en calidad y en facilidad de uso.
La idea no es que la IA nos reemplace, sino que se convierta en nuestra asistente creativa, una especie de copiloto que nos ayude a traducir las cientos de páginas de nuestra novela o guion a un minuto de impacto visual.
Vamos a poner manos a la obra.
Antes de empezar: Las herramientas y la mentalidad
Para este tutorial, vamos a tener dos pestañas abiertas en nuestra computadora:
ChatGPT: El viejo y conocido asistente de OpenAI.
Google Gemini (AI Studio): La potente IA de Google, que está mejorando a pasos agigantados en la generación de video e imágenes.
¿Por qué las dos? Porque están en una carrera constante. Hoy, quizás ChatGPT interpreta mejor un concepto visual, pero Gemini analiza de manera más profunda un texto largo. Mañana, puede ser al revés. La clave es usarlas en paralelo, comparar resultados y quedarnos con lo mejor de cada una.
Una pregunta que siempre surge es: "¿Y si le subo mi novela y me la roban?". Es una paranoia entendible, pero seamos realistas. La cantidad de información que procesan estas IAs por segundo es tan monumental que la probabilidad de que tu idea sea "robada" para darle una respuesta a un usuario en Holanda es, francamente, mínima. De todas formas, si te da más tranquilidad, siempre podés registrar tus obras en Creative Commons, Safe Creative o la Dirección Nacional del Derecho de Autor (DNDA).
Para este ejercicio, lo ideal es que uses un texto completo (una novela, un guion ya filmado, un cuento) para que la IA tenga suficiente "carne" para analizar.
Paso a paso: Creando tu booktrailer desde cero
Paso 1: Alimentar a la bestia
Tanto en ChatGPT como en Gemini, vas a encontrar un ícono (generalmente un clip o un símbolo de "+") para adjuntar un archivo. Subí el PDF o el documento de tu obra.
Una vez adjuntado, el siguiente paso es darle la instrucción, el famoso prompt. No hace falta ser un genio de la ingeniería de software. Con algo claro y directo, alcanza.
Probá con esto:
"En base a este largometraje (o novela) que te adjunto, necesito que me hagas el guión para un tráiler para promocionarlo."
Fijate que usamos palabras clave como "guión", "tráiler" y "promocional". Esto ayuda a la IA a entender el formato y el objetivo de lo que le estamos pidiendo.
Paso 2: Analizar (y corregir) el guion que te devuelve
La IA se va a tomar unos segundos y te va a devolver una estructura de guion, dividida en escenas, con descripciones visuales y hasta posibles voces en off o textos para la pantalla.
¡Ojo! No copies y pegues ciegamente. Leelo con atención. La IA es increíble, pero a veces interpreta las cosas al revés. En mi caso, con un guion que le di, sugirió que un personaje decía algo que era exactamente lo contrario a su motivación en la historia.
¿Es un error? Sí. ¿Me sirve igual? ¡También! A veces, esa "mala interpretación" puede funcionar poéticamente para un tráiler de un minuto, aunque no sea 100% fiel al texto original. Acá es donde entra nuestro criterio como autores. Nosotros tenemos la última palabra para pulir, cambiar o reformular lo que no nos cierra.
Paso 3: La magia de pedir los prompts para las imágenes
Una vez que tenés el guion del tráiler más o menos definido, llega el momento de crear las imágenes. Y acá viene un truco fundamental que te va a ahorrar muchísimo tiempo y te va a dar resultados de otro nivel.
No le pidas a la IA "haceme una imagen de una chica en una fábrica". En vez de eso, pedile que te arme los prompts para generar esas imágenes.
Usá una instrucción como esta:
"Excelente. Ahora, por favor, armame los prompts en inglés para generar cada una de las imágenes de este guión y armarlo como un teaser visual."
¿Por qué en inglés? Porque, por ahora, las IAs siguen funcionando un poco mejor con los prompts en ese idioma. La propia IA te los va a traducir y te los va a entregar súper detallados, con indicaciones de estilo, iluminación, composición y hasta la emoción de los personajes.
Tener prompts bien armados es una de las habilidades más importantes que podemos desarrollar hoy. Justamente, este tipo de estrategias y "secretos" para sacarle el jugo a la tecnología son los que exploramos cada semana en Club Pluma, nuestra comunidad de escritura creativa. Es un espacio para no quedarnos atrás y potenciar nuestros proyectos juntos.
Paso 4: Generar el universo visual
Con los prompts listos, copiás y pegás cada uno en el generador de imágenes de ChatGPT o Gemini.
Acá vas a notar algo importante: no te frustres si la primera imagen no es lo que esperabas. El mismo prompt te puede dar tres o cuatro resultados completamente distintos. Jugá, experimentá. Cambiale una palabrita, pedile un estilo más "cinematográfico" o más "nostálgico".
Mi recomendación es que generes al menos una versión de cada imagen que necesitás para tu guion. Después vas a tener tiempo de refinar. Guardá todo en una carpeta, bien organizado: "Escena_01", "Escena_02", etc.
Paso 5: ¡A editar! (los próximos pasos)
Con el guion de tu tráiler y una carpeta llena de imágenes espectaculares, ya tenés el 80% del trabajo hecho. La parte más cara y compleja, que es la producción visual, está resuelta.
Ahora toca montar todo. Podés usar programas de edición de video súper intuitivos y muchos de ellos gratuitos, como CapCut (en el celu o la compu) o Canva. La dinámica es simple: arrastrás las imágenes a una línea de tiempo, agregás los textos que te sugirió el guion, buscás una música libre de derechos que pegue con el tono de tu historia, ¡y listo!
Ya sé, ya sé. No es soplar y hacer botellas, pero sí estás mucho más cerca de un producto digno que antes de empezar a leer estas líneas. Y si le vas a pagar a un editor profesional, igual ya vas a tener gran parte del trabajo hecho y te va a salir más barato. ;)
La clave es empezar
Hacer un booktrailer que antes requería un equipo de producción y un presupuesto considerable, hoy está al alcance de nuestra mano. La IA no nos va a resolver la vida, pero es una asistente increíblemente poderosa si aprendemos a guiarla.
Animate a experimentar, a "pelear" con la inteligencia artificial y, sobre todo, a usarla para que tu historia llegue a más lectores.
Si te quedaste con ganas de más, si te apasiona cruzar la creatividad con las nuevas herramientas y querés un espacio para compartir tus avances y dudas, te invito a sumarte a Club Pluma. Ahí seguimos la conversación, nos ayudamos a crecer y nos aseguramos de que ninguna de nuestras historias se quede guardada en un cajón.
¡Ahora te toca a vos! ¿Qué historia vas a convertir en imágenes?